viernes, octubre 21, 2005

REALIDADES IRREALES



Tiempos de nulo debate


Debo manifestarle que esta época es verdaderamente extravagante. Cuando llegué con esa curiosa y secreta máquina hasta el disparatado 2005, poco pude comprender. Comenzaron asustándome esos vehículos a los cuales el hombre de estos tiempos llama automóviles. Aquel miedo fue reemplazado por la intriga ante la radio, aparato curioso por el cual se transmite la voz de los periodistas hacia todo el pueblo, así como también una música ruidosa a la cual poco agradable encontré. Luego, me explicaron que la radio en realidad es ahora un invento antiguo, a pesar de su vigencia y también lo es la televisión. Ante mi intriga, me mostraron también qué era esta última (una maravilla de la técnica, lástima que quienes aparecen dentro de ella no estén demasiado sanos mentalmente). Finalmente, conocí la Internet. En estos meses, me he ido adaptando a los “medios”, tal como los llama el hombre del futuro... corrijo, del presente.

Estoy intentando acostumbrarme al lenguaje, a la vestimenta, a tanto ruido, a las multitudes. Pero sé que jamás podré adaptarme al discurso político de estas épocas. Como si esto fuera poco, un amigo que cree genuinamente que he venido de otro tiempo me ha recomendado que me hiciera ciudadano, fingiendo ser inmigrante. Al principio me indignó, imagínese: pedirle la ciudadanía a mi propia Patria. A raíz de esto, mañana tengo la posibilidad de votar... y no entiendo demasiado cómo hacerlo. En primer lugar, hay partidos nuevos, a los cuales jamás había oído nombrar, ¡y son innumerables las listas! Pero el peor flagelo es la falta de ideas. Quise averiguar acerca de la ideología y de las respuestas de los candidatos, pero poco he llegado a comprender.
Un economista llamado Lopez Murphy, por ejemplo, propone “terminar con este quilombo”. Tras la debida explicación que solicité acerca del significado de la palabra “quilombo”, pude comprobar que los políticos han perdido la corrección y la educación. También me ha extrañado que hubiesen mujeres como candidatas, en mi siglo ellas ni siquiera podían votar, a mi esposa, una intelectual muy interesada en política, le hubiera agradado saber de este cambio. De todas formas, no creo que ella las hubiera votado, porque tampoco su debate es elevado: se insultan, se gritan, hablan necedades sin definición . Eso es todo lo que pude oír, transmitido a través de los ya citados extraños inventos: candidatos maltratándose, hablando siempre de los defectos de los demás en lugar de sus propias virtudes (¿las tendrán?), y repitiendo frases hechas completamente vacías. Un amigo me ha dicho que a eso se le llama popularmente “ponerse el cassette”. Un cassette, me contaron, es una cinta sonora (¡increíble!) que reproduce, con ayuda de otro aparato, siempre el mismo sonido. Es cierta, entonces, la expresión: si en sus debates televisivos o radiales (¡que vocablos tan extraños!) todos usaran esos dispositivos, el resultado sería el mismo.
Como podrán observar, intenté buscar un candidato que hablara coherentemente, pero me siento vencido: no he hallado a ninguno. Creo que no voy a ir a los comicios. ¿Qué dice? ¿El voto es obligatorio? ¡Ahora sí que comienzo a desesperar! Usted, ¿ya sabe qué hará?

7 comentarios:

Anónimo dijo...
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Unknown dijo...

Perdón, Giselle, pero como se habrá dado cuenta, llegué tarde a su blog. Yo sí supe qué hacer y no voté, tengo domicilio a más de 700 km y por obvias razones no tuve que votar. Y pensar que tendría que haber hecho el cambio de domicilio. Y pensar que quizás no lo hice hasta ahora para no tener que votar. Y pensar que desde chiquito siempre me enorgullecí de poder vivir en democracia, que el día que me tocara votar iba a ser fiel a mi deber cívico. Qué difícil es llegar a adulto, perder la ingenuidad, aprender a descreer en todo, a ser apolítico. Qué desagradable ver que la derecha se organiza cual si fueran barras bravas, que la izquierda está completamente dividida, que la "supuesta" izquierda del oficialismo (¿todavía puede sonar coherente la idea de un peronismo de izquierda?) se dedica a chicanear y a gobernar con actitud pedante, demagógica y condescendiente. Qué desagradable ver que el socialismo acá es poco menos que un mamarracho, que es el único país donde hasta las vedettes se postulan y, lamentablemente, no es el único país donde los neonazis consiguen legalizarse como partido... Qué desagradable ver que nadie nos representa.

Unknown dijo...

Aclaración: Mi forma de gobierno ideal sería el socialismo democrático, ni el comunismo ni mucho menos el neoliberalismo que nos hundió hasta el cuello. No soy anarquista, aunque eso parezca por mi comentario anterior. Solo soy alguien que necesita creer, pero no sabe a quién creerle.

Unknown dijo...

Me quedo por felicitarla, Giselle, excelente blog debo decir. Artículos muy interesantes. Siga escribiendo que yo, por mi parte, lo seguiré leyendo. Hasta la próxima, y le pido me disculpe por la profusión y longitud de mis comentarios, me cuesta resumir.

Giselle dijo...
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Giselle dijo...

Leo: Gracias x leer y comentar, muy buenos tus comentarios

Estoy de acuerdo con lo que decís, cuando de chiquita veía a mi mamá votar era un entusiasmo enorme, moría de ganas por poder ir yo a las urnas. Ahora que puedo hacerlo no pierdo el interés pero sí el entusiasmo, porque vos vas y votás a tu candidato pero en el fondo sabés que siempre ganan los mismos, y que mientras vos, que tuviste la enorme fortuna de recibir educación, votás a alguien por sus propuestas, muchos otros (y no los culpo, esa cultura se las han construido desde arriba) van a votar despúes de haber calentado un rico café en su nuevo microondas que una buena señora que les recuerda a Evita les regaló, y entonces votan a ella (por poner un ejemplo).

Con respecto a lo que decís del socialismo democrático, en lo económico me cuesta imaginarme un cambio de sistema, debo reconocer, pero en lo político me parece lo mejor. Aún somos demasiado convencionales en muchas cosas. De hecho voté a un tipo cuyas propuestas son socialdemócratas (La Porta) y "estuvo ahí" de lograr una sola banca, pero no pudo ser... qué decepción estas ultimas elecciones!!! "C'est la vie"

Unknown dijo...

Y bueno, habrá que conformarse con aquellos de mayor llegada (lease con más prensa detrás) que medianamente representan lo que a uno le gustaría, o cuyas propuestas se acerquen a lo que uno consideraría lo ideal. Yo por mi parte en ese sentido me quedó con la Carrió, cuyas propuestas siempre parecen lo más razonable que hay.