jueves, octubre 20, 2005

SOLUCIONES SERIAS Y NO TANTO
Libro que enseña no muerde

Comencemos por lo inevitable: las tendencias. No sólo la pobreza está ligada a un bajo nivel cultural, sino que a veces la falta de educación es lastimosamente voluntaria. Trataré el tema de la pobreza más adelante. Comencemos por los adolescentes y su autoritaria reina: la moda.

En las clases altas y medias, hace unos años, no era tan habitual entre los jóvenes, por ejemplo, tener celular. Hoy en día, si no lo tenés “no existís”, y el universo del aparatito ruidoso se infiltró en el de las zapatillas John-Foos, la comida chatarra y la música pop (si, el Universo Adolescente, extraño mundo paralelo por el que todos hemos transitado alguna vez). ¿A qué quiero llegar con todo esto? Simple: si está de moda, el adolescente lo hace. Como leí hace poco en una remera, “si el suicidio estuviera de moda se extinguirían los chetos” (reemplace Ud. lector “chetos” por “adolescentes” y el resultado es el mismo) Entonces, con este grupo social, el de los adolescentes de clases medias y altas, la solución es fácil: ¡Pongamos de moda los libros! Que Floricienta aparezca leyendo por lo menos 5 minutos por capítulo, que Avril Lavigne le cante a los libros (“Oh book you are so rocking, I read you and I fly away, oh book, rock and roll with me and my skate”), que las remeras digan “Yo leo, ¿y qué?” (¡eso! ¡actitud símil- rebelde!) y así acercaremos a nuestros jóvenes a los libros. En algún momento dirán “Che, esto de leer debe de tener onda, ¿sino por qué en la tele leen?” y se acercarán a vaciar compulsivamente sus bolsillos en las librerías.

Con los adultos de estas clases sociales, se podría fomentar por los medios que leer da status y los llevará a mejorar sus posibilidades de trabajo (nada engañoso, convengamos).

Bajando a la realidad, el verdadero problema es la pobreza, la exclusión social y con ella educativa que lleva a que, entre otras cosas, la lectura sea casi inexistente entre los pobres. Más allá de programas de alfabetización, deberían realizarse entre los alfabetizados programas de entrega de libros, primero acercándoles lecturas que se asemejen a su realidad social, con personajes con quienes puedan llegar a una empatía. Luego, créanme, el bichito de la lectura pica y el círculo continúa. Para facilitar este proyecto, es necesaria la instalación de bibliotecas populares en cada barrio, en donde también se dicten clases y talleres literarios.

¿Y los niños? No nos olvidemos de ellos. Una buena idea sería incluir libritos pequeños junto con las golosinas (un momento... eso existía cuando yo era pequeña, ¿es que tan vieja soy?) y también promoverlo en televisión, entre canciones de Piñon Fijo, como para ir haciendo el laburito fino desde que son bien pequeños. También los Power Rangers podrían leer, aunque sea el manual de instrucciones de esos aparatejos ridículos que usan, ¿o acaso nacieron sabiendo como usarlos? Y por supuesto, hay que desterrar la palabra “nerd” de su vocabulario, y que en los dibujitos el que lea sea el más popular e inteligente, y no el aburrido y excluido.

De a poco así la sociedad comenzaría a leer, en un proceso lento pero creciente. ¿No sería bueno un mundo en el que estuviera de moda la lectura y no el consumo de tal o cual ropa de marca o música prefabricada?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Giselle, muy itneresante tu blog, pero este post me pareció un poco exagerado y sin fundamentación teórica. Cuando afirmamos algo de esa forma, nosotros los periodistas tenemos que tener en cuenta que nuestra opinión (aunque sea imposible) no debe ser tan visible en el texto si no la fundamentamos. Está bien, que este es un espacio libre, pero no olvidemos que debemos buscar fuentes de expertos y no simplemente crear teorías a partir de una mirada.
Pero la idea de este espacio está buena. Aprovechando la oportunidad (vi que estudiás en un instituto terciario) podríamos discutir la necesidad del periodista ser licenciado, que tal?
Digo eso porque vine cursar un master acá en Argentina y me di cuenta que el periodismo es muy maltratado y visto como un oficio por no tener una formación profunda y status académico.
No digo que este es tu caso, es solo que quería entender un poco más la relaidad de este país.

Giselle dijo...

Luciana: primero y principal gracias por tu comentario. Estoy de acuerdo con mucho de lo que decís, en sí este relato no es demasiado periodístico, en realidad, desde su génesis, ya que lo pensé como un relato liviano y un poco humorístico (por eso aclaré "soluciones en serio y no tanto"... al igual que el de las remeras.

Estoy de acuerdo con lo que decís acerca de la necesidad de una licenciatura, en mi opinión se pueden aprender en un terciario las técnicas del periodismo y luego lo ideal es especializarse y estudiar algo relacionado con el campo elegido (yo, por ejemplo, tengo planeadp estudiar Ciencias Políticas)

¿De dónde sos? ¿En dónde estás estudiando?
Saludos y nuevamente gracias,
Giselle

Giselle dijo...

José Carlos: Gracias x la fidelidad como lector del blog, con respecto a lo que decís, no me refería a que el que lea sea el mejor, sino a que todos lean como algo normal. Por ejemplo, me acuerdo que en Sailor Moon (qué nostálgica me estoy poniendo, demonios!) cuando Sailor Mercury se quedaba estudiando la ridiculizaban x eso, y en cambio la heroína del programa se la pasaba peleándose con la mamá porque no quería estudiar, jaja...
Tampoco hablo de llegar a un punto en el cual los chicos no se identifiquen, pero hablo de no idealizar al "vago"