viernes, septiembre 08, 2006

INTERNACIONALES


Las dos Bolivias, enfrentadas.

Los paros y huelgas en el país del altiplano, en manos de las provincias más ricas, ponen en evidencia la tensa situación boliviana. Un Estado que alberga dos naciones en conflicto.


Por cuestiones lógicas, según la configuración política moderna, Estado y nación deben coincidir para mantener, aunque sea, una mínima armonía interna. El Estado debe regir a una nación cuya idiosincrasia sea medianamente homogénea, para poder dirigirse a ella con medidas coherentes a sus características. Partiendo de esta base, no es difícil deducir que un Estado con dos naciones bajo su mandato es muy propenso a padecer enfrentamientos que superan el grado saludable de oposición que debiera existir en una democracia (si bien la oposición es vital en un sistema democrático, debe reconocer y respetar al poder oficial, para que no peligre su gobernabilidad).

Esta situación de un Estado escindido es aquella que afecta actualmente a Bolivia. Siempre ha existido en este país (como en la mayor parte de Latinoamérica) un divorcio entre la sociedad occidentalista, descendiente de europeos, y los grupos originarios indígenas, generalmente sojuzgados. El ingrediente novedoso en este momento es que, por primera vez, Bolivia tiene un gobierno central que representa al sector indígena y no al sector acaudalado.

Es este ultimo sector, ubicado en las provincias de Beni, Pando, Santa Cruz de la Sierra y Tarija el que ha decidido alzarse y movilizar a sus trabajadores contra el gobierno de Evo Morales, por medio de la medida de paro total: han resuelto no abrir los comercios, las escuelas, ni las industrias, sin siquiera permitir la circulación de vehículos. También dentro de los grupos de protesta existen sectores juveniles de ultraderecha, como la Unión Juvenil Cruceñista, una organización fascistoide que recuerda a la Liga Patriótica que se gestó en la Argentina de los años 20’.

El motivo detonante de este reclamo es la conformación arbitraria que Morales concibió para la Asamblea Constituyente que redactará una reforma constitucional, en la cual la mayoría de los integrantes son oficialistas. Además, el presidente boliviano anunció que la nueva Constitución será de corte indigenista y popular.

Las palabras de Evo Morales llevan a la clara deducción de que el Presidente está gobernando tan sólo para un sector, para sólo una de las dos naciones que alberga el Estado. Morales es un caudillo, que se puede encuadrar en un grupo de caudillos latinoamericanos modernos que incluye a Hugo Chávez en Venezuela, Fidel Castro en Cuba y, tal vez también, a Néstor Kirchner en nuestro país. Pero Evo no es un caudillo que busque una adhesión total dentro del Estado: aún siendo presidente, es caudillo de su grupo, y para éste es que gobierna. Por supuesto, no es anormal que cada gobierno represente a un sector, pero aquí Morales lo hace explícitamente, sin miramientos y sin interés alguno en generar consensos, por lo cual no puede hablarse de que exista en Bolivia una democracia real.

Esta situación deja a Bolivia ante el riesgo, en un futuro no muy lejano, de la fractura, de la división ya no sólo cultural y nacional sino política y geográfica del país, ya que hoy vive dos realidades radicalmente diferentes. Del manejo de las negociaciones y consensos entre los dos sectores dependerá el porvenir de la convulsionada Bolivia.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno

Anónimo dijo...

Esta bueno, correcto, usas palabras un poco complicadas quizas.Me parece que la conclusion a la que llegas no es nada nuevo los presidentes siempre terminan haciendo eso gobernando segun sus intereses y respetando sus bases e ideologias que los llevaron al poder.

Giselle dijo...

Gracias a ambos por postear.

Con respecto a "anonymous", paso a aclararte las dudas. Me gusta esto del blog, si el mensaje no es claro tenemos la posibilidad de dialogar y aclarar...


De todos modos, ya en la nota aclaré que no era original el hecho de que un gobernante hiciera caso a sólo un sector, me autocito: " Por supuesto, no es anormal que cada gobierno represente a un sector, pero aquí Morales lo hace explícitamente, sin miramientos y sin interés alguno en generar consensos..."

Es decir, lo "novedoso" en Evo es que gobierna explícitamente para un sector, es decir, en la democracia, en general, aunque más no sea en el discurso el gobierno intenta conformar a todos, excepto a algunos sectores a los que se opondrá, pero entre el resto buscará pluralidad y consenso (tan sólo para su adhesión, y , como decía, en la praxis no, sólo en su discurso). En general, es una característica bastante dictatorial.

Pero hay otro punto, que sería mi conclusión, (y no lo otro, eso es una observación pero no la conclusión) que es que Bolivia hoy tiene dos naciones y si, aunque más no sea en el discurso, esos dos sectores, tan distintos, no buscan un mínimo consenso, Bolivia es un país que podría escindirse. Vaya uno a saber si en veinte o treinta años no tendremos dos países, o más. Suena descabellado pero no lo es, y la explicación está en los primeros párrafos de la nota: suele ser insostenible tener dos naciones fuertes (porque no es que hay un grupo hegemónico y unas minorías, sino que son dos grupos masivos) dentro de un Estado solito.

Bueno, en conclusión, gracias a ambos por postear, saludos!

Giselle dijo...

Ah, me quedo algo en el tintero. No se enojen (ni vos ni todos los que firman como anonymous) pero ¡pongamos nuestros nombres! Más si son gente que conozco, me gusta saber quiénes me leen...

Saludos y nuevamente gracias por los posts

Anónimo dijo...

No, no te conozco cada tanto paso, la última vez comente en el de eco y la guerra.Gracias por la aclaración, no estoy tan informado como para afirmar o negra que haya dos naciones en bolivia pero es interesante tu punto de vista. Estaria bueno que escribas algo del ámbito local.Y tampoco soy periodista ni estudio eso, pero estudio economía por eso a veces mi punto de vista puede ser bastante distinto.

Giselle dijo...

Bueno, gracias entonces por pasar y comentar!